Friday, July 14, 2006

Diablos disfrazados de corderos

Hoy quedé con dos amigas en una conocida pizzería sita en el centro de Madrid. Una de ellas había reservado sitio. Llegué la primera y me dijeron que con el bebé no podían darme la mesa reservada. Pregunté cual era el motivo: "esa mesa es para fumadores". Le contesté que no moriría por inhalar un día humo; pero el amable camarero replicó diciéndome que no podía permitirlo, pero no por motivos personales, sino porque la ley lo prohíbe. Al llegar mis amigas, comentaron la suerte de que aún hubiese un hueco donde los no fumadores y la que había reservado mesa se disculpó. Les comenté lo mismo que al camarero, pero les pareció una barbaridad tal cosa. Lo políticamente correcto está calando... La verdad es que yo estaba bastante enfadada con aquella intrusión. Sinceramente, esos que se hacen llamar "políticos", seres altaneros e ignorantes que se han convertido en insoportables indeseales, no lo son, porque es evidente a todas luces, que la tarea en política no consiste en regular, dirijir o controlar la vida de los ciudadanos, sino dejarles ser tales y limitarse a solucionar problemas reales. Y evidentemente ni crear problemas ni vasallos. ¿Quién se creen que son? ¿No son, consciente o inconscientemente, diablos disfrazados de corderos? Por cierto, son los mismos que nos imponen o no se oponen a la "Educación para la Ciudadanía" en el último ciclo de Primaria y en parte de Secundaria, una asignatura para que nuestra prole sepa hacer mejor "beeeeee" mientras aplaude con las orejas. ¿Al rey lo que es del rey? Si, pero sólo mientras sea justo, así pues: desobediencia civil (derecho legítimo de toda persona a negarse, de forma pacífica e individual , al cumplimiento de aquellas leyes o disposiciones que violenten su conciencia) o derecho de resistencia tocan.

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